PSICOSOFÍA
DEL CORAZÓN

Poco antes de terminar el curso pude poner en práctica todas las herramientas que me había proporcionado. La experiencia fue la siguiente. Me encontré que al volver al coche me habían encerrado literalmente, no podía salir. En otra ocasión seguro que me hubiera angustiado, enfadado y me hubiera costado salir de esa espiral de daño gratuito hacia mí misma. Las herramientas de autocompasión me sirvieron primero a tomar conciencia de la situación, respirar y pensar que es lo que yo podía hacer. Sin sentirme responsable de lo que estaba sucediendo (en otra ocasión me hubiera incluso sentido culpable de no aparcar en otro lugar). Intente desde la calma probar de salir haciendo maniobras. Confíe en mí porque sabía que todo saldría bien. Cosa que si uno no se quiere así mismo, cuesta de conseguir (gracias al curso). Por último acepté que necesitaba ayuda, algo que es de mucha humildad y que el curso también te lo enseña. Finalmente pude salir de allí con ayuda. En otra ocasión directamente hubiera estado atacada de los nervios.

He acudido para enfrentar a mi voz interna crítica que ha llegado a paralizar mi progreso personal. Mientras es un proceso largo, el curso ha sido el empuje que necesitaba para darme otra perspectiva y empezar a construir un camino hacia delante con algunas técnicas y ejercicios concretas que ayudan a reformular la manera de enfrentar sentimientos, pensamientos, y comportamientos hacia uno mismo que a lo mejor ni siquiera entendí bien antes.

He aprendido a reconocer y a utilizar las herramientas que poseemos para sentirnos más seguros de nosotros mismos y a tratarnos mejor. Yo he sentido que me quitaba esa carga que nos acompaña en la vida que puede llamársele culpabilidad, falta de aceptación de uno mismo, miedo al qué dirán, complejos, inseguridades… Un placer haber participado.

Te hace replantear aspectos de ti misma que tienes olvidados; como te hablas y te autocriticas, contribuyendo a ser más infeliz. Te ayuda a conectar más con lo que quieres, quién eres, qué necesitas, qué puedes aportar a los demás y sobre todo a ti misma; te ayuda a la calma interior, a dar y recibir, y a ofrecerte un espacio para ti. Las prácticas, los poemas, el revisar semanalmente como ha ido, ayudan a ser más consciente de lo que haces y cómo lo haces, y a ser más consciente de tus emociones.

Después de años de camino terapéutico propio y acompañando a otras personas profesionalmente, me he dado cuenta de la importancia de saberme/nos tratar con amor y de forma amable y respetuosa. El curso me ha proporcionado unas herramientas, y un espacio para cultivar este camino de amor interno. Sentir compasión hacia mí está siendo un camino de auténtica sanación. ¡Gracias Esther por facilitar esta experiencia que llevas con tanto cuidado y coherencia!

He conseguido cosas que nunca hubiera pensado que yo podría hacer. Me ha dado las herramientas para encontrar mi propia luz, para saber que puedo brillar, que yo tengo la llave para poder hacer lo que me proponga y lo más importante, a CREERME-LO. Sé que la respuesta está en mí, reconozco mi valor, me quiero y quiero a los demás más que nunca.